Franz Schubert escribió su Sonata para piano en do mayor, catalogada como D. 840, en 1825, mientras trabajaba también en la sonata D. 845. La sonata para piano en do mayor fue abandonada por el compositor con los dos primeros movimientos completados, la sección de trío del tercero escrita en su totalidad, 270 compases del cuarto movimiento escritos y un minueto incompleto que contiene un desarrollo armónico inusual, que los investigadores han tomado. siendo el momento en que Schubert se desilusionó y abandonó el movimiento y más tarde la sonata. Los fragmentos sobrevivieron entre los manuscritos de Schubert y fueron publicados en 1861. Tras esta publicación, la obra recibió el sobrenombre de Reliquie, en la creencia errónea de que había sido la última obra de Schubert. Debido al abundante material que dejó Schubert, muchos compositores e intérpretes se han dado a la tarea de terminarlo, apareciendo en disco un número considerable de esfuerzos.
