Armand-Louis Couperin fue un compositor, organista y clavecinista francés del Barroco tardío y del Clásico temprano. Era miembro de la familia de músicos Couperin, de los cuales los más notables eran su tío abuelo Louis y su primo François. Las referencias a Couperin por parte de sus contemporáneos, incluido Charles Burney, elogiaron su virtuosismo improvisador (a menudo en el himno Te Deum) y establecieron su reputación como uno de los dos mejores organistas de la época. Sin embargo, hoy sólo existe una pieza para órgano. Couperin no publicó su música religiosa y se negó a escribir para el teatro. Sus obras supervivientes son casi exclusivamente para teclado. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Couperin permaneció apegado estilísticamente a la gran tradición francesa, y sus piezas han sido criticadas por su falta de modernidad. Sin embargo, David Fuller cita su impulso experimental y su necesidad de explorar las posibilidades de los instrumentos. Un ejemplo es su Simphonie de clavecins, la única obra existente que requiere dos clavecines con genouillères (palancas de rodilla que permitían diminuendos).