Sergei Prokofiev escribió su Concierto para piano núm. 1 en re bemol mayor, op. 10 entre 1911 y 1912. El más corto de sus cinco conciertos para piano (que dura sólo 15 minutos), fue escrito en un solo movimiento, aunque por motivos prácticos suele dividirse en tres partes. Se representó por primera vez en 1912 y, en 1914, Prokofiev decidió tocarla en el Conservatorio de San Petersburgo como parte del programa del concurso del Premio Anton Rubinstein. Consideró que no podía ganar con un concierto clásico, pero si le permitieran tocar su propia pieza, el jurado no podría juzgar si estaba tocando bien o no. Como las reglas exigían que la obra fuera publicada, Prokofiev se apresuró a buscar un editor y produjo 20 copias a tiempo para el concurso. El jurado, presidido por Alexander Glazunov, le concedió el premio, aunque con cierta reticencia.