Concierto para piano núm. 27 en si bemol mayor, K.595
El último concierto para piano de Mozart se incorporó a su catálogo temático en 1791, año de su muerte. Sin embargo, parece que, al igual que su predecesor inmediato (núm. 26, "Coronación"), el concierto se inició algún tiempo antes, posiblemente en 1788. El propio Mozart realizó la primera interpretación dos meses después de la finalización del concierto en un concierto benéfico para la clarinetista Josef Bähr, y ésta resultó ser su última aparición en el escenario del concierto. El informe dejó constancia de que "todo el mundo admiraba su arte, tanto en composición como en interpretación", una declaración irónica de la prensa de una ciudad que para entonces ya se había cansado de Mozart como intérprete.