Claudio Conti fue profesor y compositor. A los once años se apasionó por el arte de la música, por lo que su padre (en 1847) lo envió a Nápoles, a las escuelas del Real Colegio de San Pietro a Majella, y en menos de un año, Mercadante lo quería entre los pocos alumnos que él enseñó. Después de mucha música que compuso para el Colegio Condal, tanto sagrada como profana, escribió un himno para la subida al trono de Francisco II (1859) y en el mismo año compuso una Misa, un Credo y un himno. Escribió mucha música para la iglesia y mucha música de cámara vocal publicada por Clausetti. Es autor de la famosa obra del Teatro Bellini de Nápoles "La figlia del Marinaro". En 1867-68 publicó dos álbumes de hermosa música de cámara. En 1869 el empresario del Teatro San Carlo le encargó la composición del Himno del nacimiento del Príncipe de Nápoles, que obtuvo un gran éxito. Escribió una elegía para gran orquesta en memoria de la muerte de Mayerbeer, de la que era un gran admirador. Sería a continuación enumerar una por una sus composiciones, pues fue un escritor incansable. En enero de 1871 Vittorio Emmanuele II le concedió la Cruz de Caballero de la Orden Ecuestre de la Corona de Italia.